Cuando hace unos pocos años (2007, concretamente) los socialistas castellano-manchegos plantean (y aprueban) una reforma de la ley electoral regional, lo apoyé. Consideraba que era justo que se incrementaran los escaños de Toledo y Guadalajara (que en eso consistía la reforma), por su aumento relativo de población, y no hice mucho caso a las quejas populares de que detrás estaban motivos ocultos de interés político.
Ahora, cuando llegan las elecciones autonómicas, se ven (veo) los verdaderos motivos de la reforma. Sólo hay que ver esta encuesta. La ley electoral queda configurada para que el PSOE reine por los siglos de los siglos (en la medida de sus posibilidades, claro está). Se está hablando de que, gracias a las matemáticas creativas del sistema, el PP puede quedar fuera del palacio de Fuensalida con 5 puntos más (!) que el PSOE, sin intervenir terceros partidos, que no tienen posibilidad alguna de entrar en las Cortes Regionales.
Cómo? Muy fácil, se pone en todas las provincias más pro-PP (todas menos Ciudad Real, vamos) escaños pares, para que sacar una diferencia de 2 escaños sea muy difícil (requiere más o menos 10 puntos), y se deja como única provincia impar a Ciudad Real, donde es casi segura la victoria socialista. Se gana por la mínima (con muchos menos votos, recuerdo) y otros cuatro añitos más de cacique del cortijo.
Sólo le puede romper esta estrategia Guadalajara, porque allí se habla de una diferencia de ¡17 puntos!, lo cual sería un 3-5 para PSOE y PP, con lo que el PP ganaría la Junta por un escaño.
2 comentarios:
Que es lo que ha pasado.
Efectivamente, la encuesta de El País dio en el clavo. Y a punto estuvo de pasar lo que denunciaba: todo se decidió por un puñado de votos (unos cientos) en Guadalajara.
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